El poder de los medios para llamar la atención a cerca de ciertas cuestiones y su absoluta voluntad de crear marcos de interpretación de los acontecimientos sociales, es una de las estrategias más utilizadas y actualmente la temática de moda que mayor número de puestas en escena tiene.
En estos últimos días, toda la controversia ha girado en torno a la Asamblea Constituyente, el Gobierno Nacional y los Comunicadores Sociales ‘medios Medios’; el debate alrededor de los primeros se debe a que haciendo caso de lo descrito en la Constitución vigente, se encuentran redactando el proyecto de Ley de Comunicación, por otro lado la critica para los que le siguen se debe a que son los defensores de las tesis señaladas en dicho proyecto y por su parte el ultimo sector implicado, se ha convertido, como es costumbre, en el encargado de maniatar en la mente del publico la idea de rechazo al plebiscito, oponiéndose de manera frontal a lo que ellos denominan una Ley Mordaza.
Pero aunque suena irónico quienes se oponen son los que han amordazado la voz de la verdad demasiadas veces. Durante varios años quienes ejercen el periodismo, se han creído los dueños de la existencia, imponiendo la agenda a la colectividad, ensenándoles lo que les conviene y haciéndoles reflexionar como ellos y sus empresas comunicativas desean.
… Y digo empresas comunicativas más no medios de comunicación. Aunque no debería llamarlos ni de esa manera, sino debería decirles ‘medios Medios’, puesto que no son ni lo uno ni lo otro, nadie sabe que son realmente.
Métodos de asignación transparentes para las frecuencias en igualdad de condiciones, inclusión progresiva de personas con capacidades especiales, existencia de una veeduría ciudadana, emisión únicamente de datos y evidencias procesadas que produzcan conocimiento, profesionalización de los periodistas y prevalencia de contenidos de carácter educativo, recreativo, informativo y de opinión; son aspectos que garantizaran la democratización, pluralidad y adecuado manejo de la comunicación que debe dejar de ser un arma de poder para ser un espacio comunitario de servicio.
Los que hoy se oponen y rechazan la ley son quienes temen ser cortados sus alas de corrupción y desapego ético de lo que realmente es la comunicación. Comunicadores Sociales vs reporteros que empíricamente se desarrollan como difusores de noticias para la colectividad “medios Medios”, sin saber para que molino atraer el agua.
En estos últimos días, toda la controversia ha girado en torno a la Asamblea Constituyente, el Gobierno Nacional y los Comunicadores Sociales ‘medios Medios’; el debate alrededor de los primeros se debe a que haciendo caso de lo descrito en la Constitución vigente, se encuentran redactando el proyecto de Ley de Comunicación, por otro lado la critica para los que le siguen se debe a que son los defensores de las tesis señaladas en dicho proyecto y por su parte el ultimo sector implicado, se ha convertido, como es costumbre, en el encargado de maniatar en la mente del publico la idea de rechazo al plebiscito, oponiéndose de manera frontal a lo que ellos denominan una Ley Mordaza.
Pero aunque suena irónico quienes se oponen son los que han amordazado la voz de la verdad demasiadas veces. Durante varios años quienes ejercen el periodismo, se han creído los dueños de la existencia, imponiendo la agenda a la colectividad, ensenándoles lo que les conviene y haciéndoles reflexionar como ellos y sus empresas comunicativas desean.
… Y digo empresas comunicativas más no medios de comunicación. Aunque no debería llamarlos ni de esa manera, sino debería decirles ‘medios Medios’, puesto que no son ni lo uno ni lo otro, nadie sabe que son realmente.
Métodos de asignación transparentes para las frecuencias en igualdad de condiciones, inclusión progresiva de personas con capacidades especiales, existencia de una veeduría ciudadana, emisión únicamente de datos y evidencias procesadas que produzcan conocimiento, profesionalización de los periodistas y prevalencia de contenidos de carácter educativo, recreativo, informativo y de opinión; son aspectos que garantizaran la democratización, pluralidad y adecuado manejo de la comunicación que debe dejar de ser un arma de poder para ser un espacio comunitario de servicio.
Los que hoy se oponen y rechazan la ley son quienes temen ser cortados sus alas de corrupción y desapego ético de lo que realmente es la comunicación. Comunicadores Sociales vs reporteros que empíricamente se desarrollan como difusores de noticias para la colectividad “medios Medios”, sin saber para que molino atraer el agua.
No hay comentarios:
Publicar un comentario